lunes, 5 de septiembre de 2022

La cerámica de Chulucanas, un arte que perdura.

Chulucanas perteneciendo al departamento de Piura – provincia de Morropón, ubicándose en la costa norte del Perú es una ciudad productora de maíz, mango, limón y principalmente fabricante de una de las artes más reconocidas y populares del Perú, la alfarería. Este arte ha trascendido con el pasar de los años y ha perdurado tras la conquista de los españoles, afortunadamente, gracias a la habilidad de los artesanos descendientes del antiguo Tallán y Vicús.

Las costumbres y principalmente el arte de estas culturas prehispánicas han llevado a Chulucanas y también al pueblo de “La encantada” la cual queda a tan solo unos minutos de la cuidad a ser la cuna de excelentes y destacados alfareros, reconocidos tanto nacional como internacionalmente. Al ser una de las más populares, esta artesanía ha llegado a cada rincón del país, en la actualidad ya existen tiendas que ofrecen este producto principalmente en ciudades turísticas como Lima y Cuzco, a las cuales acuden muchos visitantes extranjeros, siendo para ellos un atractivo el cual aprecian por sus detalles, calidad y que por ende compran.

El gobierno peruano por medio del ministerio del comercio exterior y turismo no ha dejado de lado este atractivo arte, al contrario el gobierno lo ha denominado como un producto bandera del Perú, de esta forma busca permitir su desarrollo en los mercados internacionales, generando un considerable aumento de exportaciones de la cerámica chulucanense a cerca de 60 países, entre ellos Estados unidos uno de los principales países, seguido de países europeos   como España, Francia, Italia, Alemania y Países Bajos.

Esta cerámica además de ser importante por representar culturas muy antiguas tiene ciertas características que con el pasar de los años se le ha venido añadiendo, cada artesano ha puesto en ella su técnica y el significado de lo que quiere representar, así como también la finalidad o el uso, pero siempre sin perder su esencia. Los artesanos al momento de realizar su trabajo buscan transmitir la cultura vivencial, es decir las costumbres y tradiciones del día a día, entre sus  cerámicas destacadas están las que representan bailes típicos como la marinera, el tondero, luego están el campesino crucificado que es una mezcla de la cultural social y religiosa, los ceramios que representan acciones y trabajos que realizan las mujeres como el amamantar a sus hijos y vender la chicha de jora y finalmente los que sirven como utensilios en el hogar.



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